Chupeteros silicona

¡¡Hola de nuevo!! ¿Qué tal lleváis vuestras ajetreada vidas? Yo la verdad es que ajetreada cuando te dicen que ser mamá te ocupará todo el tiempo jamás imaginas que será realmente todo el tiempo, incluso las noches, lo menos en mi caso. Y es que tengo tantas cosillas que contaros y tan poquillo tiempo... Pero bueno espero que poco a poco me pueda poner al día.
Hoy os traigo otra aventura sobre la maternidad y el hazlo tú mismo en casa. Y es que antes de que naciera mi pequeño y sin saber nisiquiera si querría chupete, hice el dichoso chupetero y al final no quiere chupete, pero de todos modos lo utilizo con algún mordedor. Fácil de hacer, pero cuando se sabe hacer, valga la redundancia.
Yo me dispuse ha hacer el más bonito del mundo mundial, me dirige a la tienda de confianza para mis manualidades, via Internet, que donde vivo no hay tienda de este tipo. ¿Y cuál fue mi sorpresa? Hay todo un mondo de dichosos abalorios de silicona, tal es así que me emocioné y me terminó sobrando, para el móvil de pajaritos. Son tan coloridos y de distintas formas y tamaños, y como siempre el segundo me salió mejor. Bueno me dejo de cuentos y os explico como lo hice. Espero os ayude y os guste.

Materiales  maravilloso que necesitamos: un trozo de cordón o cola de ratón de un metro aprox, va a sobrar,  pero como dije antes me emocioné con los adornos,  17 abalorios diferentes, entre ellos las letras, estos pueden ser más o menos dependiendo del tamaño de los adornos o del largo del chupetero, la pinza del chupetero, dos agujas, alicates y tijeras.

¡Vamos al lío!
Comenzamos doblando la cuerda a la mitad, dejando uno de los lados más largos, pasamos por la pinza y anudamos.

Yo pongo una aguja en cada extremo y así me ayudo a engarzar mejor las piezas, de este modo vamos pasando ambos cabos por dentro de cada pieza, en el orden que se prefiera, pero siempre con cuidado de que el nombre quede bien escrito.

Cuando quede los tres últimos pasamos sólo el cabo más grande y este mismo lo volvemos a pasar en sentido contrario dejando suficiente cordón para luego poder atar el chupete.

Sólo nos queda rematar y es tan fácil como anudar  ambos extremos antes de los tres últimos abalorios, apretando bien, cortamos el sobrante, quemamos un poco las puntas, para que no se deshaga la cuerda y ayudará también a que no se deshaga el nudo. Con ayuda de los alicates, escondemos el nudo dentro de la primera de las tres últimas piezas. Debe de quedar todo bien junto y para que no se mueva, terminamos con un nudo al final del todo.

Para despedirme sólo animaros a que me contéis vuestras experiencia y lo compartamos juntas etiquetado me en Instagram @cocogalletas #sietastejeriles.
Y os dejo el segundo que hice también  para ver la diferencia.